¿Qué tiene el palacio de Blenheim? ¿Qué es lo que hizo exclamar al rey Jorge III: "No tenemos nada que se le parezca"? ¿Qué inspiró a Turner a pintar aquí? ¿Qué es lo que hace que los visitantes de hoy abran tanto los ojos y se queden boquiabiertos?
Es grandeza a gran escala. La reina Ana y su agradecida nación regalaron el palacio de Blenheim al primer duque de Marlborough como agradecimiento por su asombrosa victoria en la batalla de Blenheim en 1704.
La magnífica arquitectura barroca inglesa de Sir John Vanbrugh refleja no sólo los logros militares del 1er Duque, sino también el propio sentimiento de Vanbrugh de que el Palacio debía ser, al mismo tiempo, un monumento a la gloria de la Reina Ana.
Por último, está el entorno. El parque, tal y como se ve ahora, con su aspecto natural, su amplio lago y su bosque de hayas colgantes, fue construido laboriosamente entre 1764 y 1774 siguiendo los clarividentes planos del maestro paisajista Lancelot "Capability" Brown.
En el Palacio de Blenheim se respira un aura de historia y logros. Si a esto le unimos un gran edificio en un entorno perfecto, no es de extrañar que la UNESCO lo haya declarado Patrimonio de la Humanidad.
El Palacio de Blenheim está abierto todo el año y sólo cierra el día de Navidad. No obstante, le recomendamos que consulte nuestra página de "Horarios de apertura" antes de visitarlo.